La Habana



Tu Próximo Destino, La Habana
La Habana da la bienvenida con una suave brisa de mar, desde el aeropuerto en pocos minutos se arriba al casco histórico, uno de los centros arquitectónicos coloniales más fascinantes de toda América Latina. Los aromas a café, tabaco y ron, los mulatos más bellos del mundo y la gracia de esa gente que baila en las calles y jamás pierde la alegría, es la mejor postal.
A la Habana hay que caminarla y sentirla, los habitantes son tan amables que gustosos los guiarán hacia los centros de interés de sus barrios principales: la Habana Vieja, Vedado, Miramar, Centro Habana y el Malecón, que invitan a develar sus misterios teñidos de reminiscencias españolas, africanas y antillanas.
La Habana cuenta con variados servicios para el visitante desde hotelería de primer nivel, restaurantes internacionales, espectáculos típicos, bares y discos, muestras de arte, entre otras cosas. También turismo salud, cultural, de congresos, entre otros.
Más de un millar de edificios enmarcados entre el puerto, el centro oficial y la plaza de Armas, dan cuenta de la Haban Vieja con callejuelas empedradas, balcones abarrotados de flores, ropa o música, casonas señoriales, iglesias y conventos, y los autos americanos de la década del cincuenta. En ese marco aparece la Plaza de la Catedral, cuya explanada encuentra a los cafés tradicionales, atendido por mulatas ataviadas de vestimenta del siglo XVII, que se mueven al ritmo del son cubano. Los trovadores de las esquinas y los puestos de souvenirs son tan típicos como el ritmo contagioso de sus melodías: salsa, mambo y el más variado repertorio cubano.
La Catedral y algunas mansiones rodean la plaza, datan del siglo XVIII, allí se alza la casa del Conde Bayona, de 1720, hoy Museo de Arte Colonial.

Por la calle empedrada aparece la emblemática Bodeguita del Medio, una pequeña taberna, que desde 1942 recibe a los visitantes con el mejor mojito de Cuba. La han visitado desde primeros mandatarios pasando por escritores, actores y artistas de todas las latitudes. Sus paredes escritas y autografiadas dan cuenta de ello.
Mientras camina encontrará la Plaza de armas rodeada de palacete y palmeras centenarias. En los alrededores se abre una de las ferias artesanales más importantes donde se comercializan bellos tejidos, esculturas de ébano, mantas e indumentaria liviana, característica del Caribe, adornos en cobre y bronce, obras de arte de pintores locales, cuadros realizados en hoja de palmera con adornos de semillas y hojas naturales.
El viajero encontrará en la Habana Vieja innumerables edificaciones de interés, iglesias, conventos y museos, pero no puede perderse las fortalezas que defendían el puerto de las invasiones. La de San Carlos de la Cabaña es impactante por sus 700 metros de extensión, es la más larga de América Latina. En el interior hay una colección de armas de todos los tiempos de diversos rincones del planeta y muchos objetos de la época colonial. Imperdible es el cañonazo, que tiene lugar todos los días a las 21hs. Un espectáculo escénico abre el juego con soldados vestidos con uniformes rojos y mulatos descalzos, tal como se hacía cuando España era soberana y cerraba con una cadena el puerto.
Las contradicciones de la Cuba colonial y la revolucionaria se dan cita aquí, en el fuerte se levanta un cristo de mármol de carrara de 14 metros de alto, que con el mar de telón y la iluminación se percibe realmente solemne. En otro extremo una de las salas del Morro Cabaña, como comúnmente se lo llama, se exhibe el mobiliario de la sala que fuera ocupada por el Comandante Ernesto Guevara durante el período que permaneció en Cuba luego de la revolución.
Otra fortaleza imperdible es el Castillo de los Tres Reyes del Morro que fue construido entre 1589 y 1610. Hay que cruzar un puente de madera e ingresar a un tiempo pasado con pasillos, salas y terrazas empedradas, allí se toma muy buen café y pueden adquirirse muchos recuerdos. Verdaderos tesoros se erigen en sus calles como la casa más antigua de la ciudad con balcones de madera, el Drugstore Jonson, una farmacia que conserva en perfecto estado los utensilios utilizados en el pasado para elaborar las recetas o Café Floridita donde Hemingway era asiduo y donde se toma el mejor daiquiri del mundo.
Los amantes de la historia visitarán seguramente el Museo de la Revolución que se levanta sobre la última morada del dictador Batista. Allí la historia de Cuba desde el levantamiento del Moscada hasta la actualidad transcurre sin pausa.
La Plaza de la Revolución es el sitio en el que Fidel Castro daba sus discursos cada 1 de mayo, es muy conocido por la cara recortada del Che Guevara sobre un edificio del estado. Si bien usted encontrará bailes y ritmos caribeños en distintos recintos un espectáculo de características excepcionales es Tropicana. En un predio al aire libre, mujeres impactantes y un escenario magnífico dan rienda a la alegría, con trajes espectaculares color, ritmo y sabor, ya que se puede cenar o tomar algo durante el show.
Seguramente quien pise la isla no se resistirá al café, al ron o a los tabacos, en el caso de estos últimos debe visitar la fábrica más antigua que se encuentra en la zona Centro Habana en la calle industrial, la de los Partagás. Entre sus productos se destacan los Lusitanias y los Churchills. Sobre el barrio de Miramar se levantan señoriales caserones que hoy son embajadas, allí también se encuentran los más nuevos hoteles, realmente de lujo. Esta zona se encuentra a 10 minutos del centro histórico. Con similares características el barrio El Vedado cuenta con buena oferta de diversión nocturna, restaurantes, teatros y cines, además de buenos hoteles.
Si bien la Habana está a la vera del mar, esas aguas no son aptas para baño, si desea disfrutar de playas deberá retirarse un poco de la ciudad y llegar a las playas de La Marina donde es posible bucear y pescar, o a hacia las transparentes aguas Bacuranao y Guanabo, las Playas del Este en la que se destaca Santa María del Mar, realmente hermosa.
Los numerosos hoteles de varias estrellas ostentan salones para seminarios y congresos, en la ciudad el Palacio de las Convenciones y el recinto ferial Pabexpo son sede de numerosos congresos de distintas especialidades durante todo el año. La ciudad ya es un icono para los eventos académicos o empresariales.
Su viaje será inolvidable si se deja contagiar de la alegría de la gente, del ritmo y de los sabores que lo atraparán. Debe recorrer sus calles, interactuar con sus habitantes, aprender sus costumbres, bailar al son del congo, animarse a los ritmos serpenteantes, así disfrutará de La Habana, un destino muy seguro.
Hoteles en La Habana:
Restaurantes en La Habana:

1 comentario:

  1. Esta es la Habana. Soy colombiano y tuve la dicha y el gran placer de poder cumplir mi sueño de conocer Cuba, no como un simple turista, sino como, dicen ustedes: "a lo cubano". Fue sensacional: cada imagen de este video me transporta. Gracias.

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